Desde sus inicios el Reiki ha demostrado ser una excelente terapia de sanación para el cuerpo y espíritu. Veamos su función como terapia para padecimientos crónicos.
En la actualidad el Reiki es ampliamente conocido en occidente. Su uso se ha extendido llegando incluso a los hospitales como terapia complementaria en pacientes que padecen dolor, enfermedades terminales o consideradas crónicas.
Con este artículo queremos profundizar en el tema y darte a conocer los beneficios que el Reiki puede aportar a personas que se encuentran padeciendo algún tipo de enfermedad crónica.
El Reiki: Una terapia muy completa
Por su forma de actuar el Reiki llega a todo el cuerpo, así como a la mente y las emociones. Durante la sesión, el practicante no se centra simplemente en los síntomas o en tratar solamente el órgano o estructuras afectadas sino que es la persona en su totalidad la que recibe los beneficios. Estos, a través del sistema energético del cuerpo, llegan a todas aquellas zonas y aspectos que lo necesiten.
De esta forma, los efectos del Reiki se notarán a todos los niveles aportando relajación, aumento de la vitalidad, reducción (e incluso desaparición) del dolor, mejora del ánimo, por poner algunos ejemplos.
Es por esta “actuación global” que el Reiki funciona tan bien como complemento para mejorar los resultados de otras terapias o tratamientos llegando, en algunas ocasiones, a áreas a las que otros métodos no alcanzan o no son tenidos en cuenta.
El Reiki para mejorar las patologías asociadas
Muchas veces junto a una enfermedad “crónica” aparecen lesiones, afecciones o alteraciones que no son parte de la sintomatología específica pero que afectan al desarrollo de la dolencia, al estado de salud física y/o emocional o a la calidad de vida del paciente.
Recibir regularmente sesiones de Reiki ayuda a prevenir, reducir el impacto e incluso solucionar las posibles patologías asociadas sin influir negativamente en el posible tratamiento o terapia que se esté recibiendo.
Por ejemplo, acelera la cicatrización de las úlceras por presión, potencia el sistema inmune por lo que será más difícil que haya infecciones hospitalarias, mejora el tono muscular en zonas con falta de movilidad, relaja y destensiona áreas con sobrecarga muscular, minimiza los indeseados efectos secundarios de tratamientos agresivos y/o medicamentos, etc.
Recibir Reiki reduce los efectos secundarios de los tratamientos
Cuando se padecen enfermedades sin cura conocida o terminales, el tratamiento habitual suele ser paliativo, utilizando medicación o diferentes procedimientos (algunos bastante invasivos), para reducir los síntomas e intentar mejorar la calidad de vida del paciente.
En este aspecto el Reiki es un gran aliado ya que, aplicándolo directamente a la medicación, minimiza los efectos secundarios de los fármacos a la vez que optimiza las capacidades curativas de estos.
Además, cuando el paciente recibe Reiki, todo su organismo se equilibra, se activa el metabolismo y se refuerza el sistema inmune. En consecuencia, el cuerpo de la persona está en mejores condiciones para metabolizar, integrar y aprovechar la química de la medicación de una forma más eficiente y con menos efectos negativos.
La terapia Reiki para enfermedades infecciosas
Una de las grandes cualidades del Reiki es la capacidad para reforzar y activar el sistema inmunitario. Este hecho hace que sea un apoyo importante en pacientes con enfermedades infecciosas graves, con posiblidad de cronificación (como la hepatitis B) o que no tienen una cura conocida y por lo tanto se consideran crónicas (por ejemplo el VIH).
Recibir periódicamente sesiones de Reiki activa la respuesta de autocuración y por lo tanto ayuda al organismo a luchar contra la infección.
A modo de ejemplo queremos destacar un estudio publicado por el NHI (Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos) realizado en una residencia en Brooklyn (Nueva York) para personas con VIH/SIDA. El experimento se realizo con personas de más de 50 años que recibieron y/o fueron iniciadas en Reiki durante un periodo de tres años, recibiendo sesiones semanales.
Los resultados del estudio reflejaron que el recuento de celulas-T aumentó significativamente, los participantes describieron una mayor capacidad para hacer frente a las adicciones y vieron una mejora en la curación de sus heridas, entre otros cambios positivos.
El Reiki y su poder para mejorar el estado de ánimo
Uno de los principales escollos con los que se encuentra una persona que ha sufrido durante mucho tiempo una enfermedad grave o que tiene un diagnóstico poco favorable es el trastorno emocional que ello supone. Ansiedad, depresión, miedo, irritabilidad, aislamiento, etc. estados emocionales que no favorecen la recuperación e incluso, aceleraran el desarrollo de enfermedades como el cáncer, la fibromialgia o el VIH.
Recibir Reiki de forma regular ayuda a estas personas a sentirse más relajadas, a reconciliarse con la situación que están viviendo y a poder gestionar todas esas emociones asociadas. Al mejorar el estado de ánimo, hormonas relacionadas con el estrés como el cortisol o la adrenalina, ven regulado su nivel en la sangre.
Esta mejora en el estado bioquímico permite que el sistema inmunitario se reactive, el cuerpo se ponga en “estado de reparación”, el sistema digestivo y el hígado funcionen correctamente, mejoren las capacidades cognitivas, la vitalidad, etc.
Tú también puedes hacer Reiki
Como vemos, ayudando a reducir las patologías asociadas y mejorando el estado emocional con sesiones regulares de Reiki, se consigue que la persona se sienta mejor y tenga una mayor calidad de vida. Además, el cuerpo va a estar más equilibrado y en mejores condiciones para hacer frente a cualquier enfermedad o incluso propiciar lo que se conoce como remisión espontánea.
Uno de los aspectos que han hecho del Reiki un sistema de sanación tan popular es que no hace falta ser médico, terapeuta o pertenecer a ninguna doctrina o corriente filosófica para poder practicarlo o recibirlo. Cualquier persona puede aprenderlo y beneficiarse de él.
Muchos son los testimonios alrededor del mundo de personas con enfermedades de larga duración, o que tienen familiares en esta situación, que se han decidido a iniciarse en Reiki y realizar los tratamientos dónde y cuando sea necesario, sin impacto económico y sin depender de nadie.
Y tú ¿Quieres aprender a utilizar el Reiki para mejorar tu calidad de vida?
Fuente: VoxCorpore