A lo largo de nuestra vida nos relacionamos con una infinidad de personas: en el trabajo, la escuela, la familia, nuestras parejas o incluso al ir caminando por la calle.
«Cada una de estás personas influyen en nuestra carga de energía, ya sea de forma positiva o negativa»
Tu misma puedes comprobarlo cuando estás con personas que, sin saber realmente por qué, te hacen sentir bien. Por el contrario, es posible también notar cierta carga energética negativa cuando ves a algún familiar que no soportas porque simplemente «no te vibra».
O ¿Qué me dices de las relaciones de pareja? ¿Te ha pasado que sientes un vacío o que el mundo se detuvo por qué tu pareja ya no está?
Todas estás conexiones que tenemos con las personas que nos rodean se llevan a cabo a través de Lazos Energéticos y es de lo que hablaremos en este artículo así como los diferentes tipos de lazos y la importancia de sanarlos para tener una vida plena. ¿Quieres saber más? Te invito a que lo leas.
¿Qué es un Lazo Energético?
Dicho de forma simple, los lazos energéticos son las conexiones invisibles que tenemos con aquellas personas que nos relacionamos incluso antes de nacer y que de alguna forma adquieren relevancia en nuestra vida. Estos enlaces son a nivel de los chakras y existen varios diferentes tipo, dependiendo del vínculo que tenemos con la persona enlazada, hablaremos de esto más adelante.
Vistos de forma psíquica, estos lazos aparecen como filamentos finos y transparentes capaces de transmitir o recibir nuestras conexiones energéticas. Cuando se los ve energéticamente, se parecen a los zarcillos de una medusa. Algunas veces este flujo se da en ambos sentidos (como cuando existe una relación sana y de apoyo mutuo), y en otras ocasiones, el flujo corre en una sola dirección, lo que a menudo termina agotando a uno de los individuos.
Los 5 tipos más comunes de lazos energéticos
Lazos basura (SPAM)
Le puse SPAM, porque son un tipo de lazos análogos al correo electrónico no deseado, los cuales se enganchan casualmente en los chakras inferiores como parte de un intento fallido de sondear o controlarnos de alguna manera. Así, permanecen enganchados a la superficie de un chakra por mucho tiempo sin que les prestes atención, al igual que todos los correos que conservas en tu bandeja de SPAM.
Aunque esto parezca inofensivo, en ocasiones pueden ocasionar agotamiento y cansancio debido a la carga que las cadenas de lazos basura representan para tus chakras
El ejemplo clásico es el del vendedor o telemarketer que trata de «engancharte» para realizar una compra que ni siquiera habías considerado. A medida que te alejas puedes sentirte afectado o invadido de alguna manera que no puedes entender.
Los lazos basura son los enlaces más fáciles de eliminar ya que solo se enganchan ligeramente en la superficie de un chakra como si se tratara de un anzuelo en el punto de terminación de las conexiones. En una sesión de Reiki es posible liberar el gancho y luego enviarlo de regreso al originador.
Lazos de transición
Estos lazos son como «sondas» que se adhieren y desprenden rápidamente a medida que experimentamos una conexión con otra persona. Funcionan para como un medio de orientación, lo que nos permite recibir o descargar información hacia esta persona, o para enfocar la transmisión de ideas.
Los lazos de transición nos tocan cuando el otro es objetivo y curioso, pero no están interesados en formar una relación personal o permanente con nosotros.
Todos hemos experimentado esto mientras pedimos indicaciones para llegar a algún lugar, o escuchamos una presentación teatral o una conferencia. Es una forma pasiva pero enfocada de conectar con los demás, una que no infringe los límites personales ni de los nuestros.
Como los lazos de transición no permanecen, no tenemos necesidad de separarlos. Sin embargo, la atención extendida o intensamente curiosa sobrecargará nuestros chakras, produciendo fenómenos como el miedo escénico, el miedo a hablar en público o la timidez.
Aprender a tolerar que los demás nos vean, con arrugas y todo, es una habilidad esencial para el individuo empoderado. Esto es lo que nos permite defender algo importante o hacer una declaración verbal de intención o alguna solicitud de cambio.
Lazos relacionales (Apego)
Cuando aceptamos o iniciamos contacto personal con otro, enviamos lazos energéticos de apego a lo profundo de la estructura interna de los chakras, formando enlaces permanentes o semipermanentes con otros.
Ejemplos típicos de esto son los lazos que formamos con los padres, hermanos, familiares y nuestros hijos. También unimos estos enlaces a los socios a largo plazo, así como a otros con quienes nos hemos vinculado de una manera emocional o sexual. Estas conexiones transfieren energías saludables y no saludables de uno a otro, influyéndonos en muchos niveles de conciencia.
Un ejemplo de esto se ve en el concepto psicológico de la transferencia. Por ejemplo, si dependo de mi trabajo, probablemente me uniré a mi jefe de maneras que recuerdan relaciones similares dependientes con autoridades masculinas de mi pasado.
Como otro ejemplo, puedo conocer a un hombre cuyo comportamiento desencadena recuerdos de la forma en que mi padre actuó hacia mí, y mis interacciones con esta persona estarán marcadas por los sentimientos no resueltos hacia mi padre. Puedo encontrarme discutiendo con este hombre de manera similar a como discutía con mi padre durante mi educación. Esto indica que estoy en transferencia con él, por lo que mis lazos de apego están distorsionando mi experiencia presente llevándola al pasado.
Para sanar los lazos de apego disfuncionales debemos comprometer nuestro proceso personal. Debemos estar dispuestos a examinar las creencias y patrones habituales de nuestras vidas, y explorar respuestas alternativas al comportamiento no saludable. Como estos lazos suelen atravesar el chakra y penetrar profundamente en el sushumna, e incluso envolver los órganos, quizá sea necesario eliminarlos.
Un enfoque alternativo es injertar o reafirmar una nueva experiencia en el lazo para «reprogramarlo» y adaptar la experiencia al servicio de nostros mismos en lugar de nuestro detrimento. El injerto del lazo energético puede cambiar significativamente el impacto de los lazos relacionales tóxicos o insanos, permitiéndonos reescribir la relación.
Lazos genéticos
Así como nuestros cuerpos contienen codificación genética de nuestros antepasados, nuestros chakras contienen lazos relacionales habituales o no resueltos de miembros de la familia del pasado. Por eso es que a menudo nos encontramos repitiendo patrones familiares que se remontan a muchas generaciones.
Del mismo modo que un padre puede hablarle a su hijo pequeño de la misma manera que su propia madre le habló, los patrones relacionales familiares se mantienen dentro de los límites de la herencia genética, afectando inconscientemente las decisiones que tomamos en nuestras vidas. Al traer estos patrones a nuestra conciencia y remodelar los lazos del ADN, podremos sanar el pasado y comenzar a tomar nuevas decisiones.
El trabajo con lazos genéticos está indicado en situaciones tales como asociaciones disfuncionales o cuando nos encontramos repitiendo un patrón familiar común, atado y controlado por nuestra situación hereditaria.
Trabajar con los lazos genéticos es similar a las técnicas utilizadas con los lazos relaciones, excepto por la importante distinción de que los patrones implicados probablemente estarán vinculados profundamente con la matriz familiar y cultural de la persona. Esto hace que la reparación del daño y la reprogramación de los lazos sean mucho más difíciles.
La forma ideal es realizar el trabajo del lazo es en un entorno familiar, para así realizar recapitulación del patrón original basado en la familia. Sin embargo, los cambios lentos y persistentes en los lazos genéticos (junto con el trabajo del lazo relacional en el día actual) pueden erosionar el control del pasado familiar y permitir que un individuo trascienda los patrones hereditarios crónicos.
Estos patrones se conocen popularmente como karma, lo que implica que nuestro futuro está escrito antes de tiempo en los lazos genéticos de nuestros antepasados.
Lazos internos
Conectamos con otros para explorar las relaciones y experimentar su realidad, y también nos conectamos para poder construir un testimonio de nosotros mismos, lo cual es sumamente importante para llevar vida saludable.
Sin embargo, muchos de nosotros no fuimos apoyados en el crecimiento lazos internos saludables, debido a modelos de crianza pobres o en medio de familias disfuncionales o alcohólicas.
Un ejemplo claro es el comportamiento co-dependiente, el cual es una forma de decir: «obtengo mi realidad de ti (a través de los lazos relacionales) y no de mi propio sentido del yo (lazos internos)». De hecho, puedo elegirlo por encima de mí mismo, y tener relaciones unilaterales basadas en el desarrollo inadecuado de nuestro propio lazo.
El trabajo con el cordón umbilical es una parte vital de la curación energética relacional, y apoya radicalmente el crecimiento y el apoyo terapéutico al mejorar el «cableado» de la conexión con uno mismo. Estos lazos se pueden identificar como emergentes de los relacionales y se implantan de nuevo en la cabeza del chakra (generalmente en el borde externo de la cabeza del chakra).
Ahora sabes cuáles son los lazos energéticos que existen y cómo podrían estarte afectando.